David Cronenberg se caracteriza por transmitir sus historias a través del sufrimiento corporal, que no es más que una herramienta para comunicar sus críticas a la sociedad. Seguro lo has visto antes en sus cintas: La Mosca, Cuerpos Invadidos o Existenz y claro, Crimes of the Future no es la excepción.

La película está planteada en un futuro cercano, donde la sociedad ha desarrollado una nueva obsesión por las modificaciones corporales y donde la desaparición del dolor juega un papel importante en el desarrollo de nuevas prácticas artísticas y sexuales que se esparcen rápidamente.

Crimes of the Future comienza de manera fuerte para adentrarnos en lo que está sucediendo en este futuro cercano: Una madre asesina a su propio hijo, quien ha desarrollado un gusto por comer desechos plásticos, lo que lleva a su progenitora a terminar con su vida, excusada en que la manera de actuar de su hijo no es humana, culpando a su padre de este extraño comportamiento.

A partir de aquí, la historia se centra en Saul Tenser (Viggo Mortensen), un artista quien ha explotado una extraña condición que ha desarrollado su cuerpo: desarrollar nuevos órganos de manera contínua. Su acto se desarrolla en torno a cirugías para extraer estos órganos y exhibirlos como piezas de arte, realizadas por su compañera, Caprice (Léa Seydoux). Todo esto frente a audiencias llevadas por el morbo y su búsqueda de poder sentir algo.

Dicho esto, es importante que tengas en cuenta que esta cinta no es lo que hoy definimos como una película de terror. No hay jumpscares, no hay un monstruo que va a matar a los adolescentes, no hay una casa atormentada por fenómenos paranormales. El terror en esta cinta viene de la situación en la que se encuentra la humanidad y la consecuencia de sus propios actos.

Los 3 puntos clave en la historia

El primero es la relación de la tecnología con los humanos. Y aquí, pareciera haber una primer crítica a nuestra sociedad actual, pues no es ningún secreto que los dispositivos hoy interfieren de manera significativa en nuestras relaciones.

En esta historia, podemos ver que hay máquinas que más allá de ayudar a los humanos, crean situaciones incómodas al realizar actividades como comer o dormir.

Además, se muestra una interacción de la máquina con el humano mucho más íntima, que juega un papel importante en cómo viven nuestros protagonistas su sexualidad, pues se ha convertido en un medio por el cual la sociedad de este futuro cercano busca conectar por medio del dolor y el morbo.

El segundo, es la mutilación del cuerpo para poder encajar. Actualmente no es algo que sea extraño para nosotros, pues desde perforaciones y tatuajes hasta operaciones estéticas están a la orden del día. En la historia, este juicio es llevado a cabo por el Registro de Nuevos Órganos, que consigue influir en Saul Tenser, quien convierte su performance en una manera de rebelión contra su cuerpo y las mutaciones que presenta.

Por último, la crítica más grande a la manera en la que explotamos nuestros recursos naturales, es que la humanidad de manera orgánica o artificial, se está adaptando para poder consumir los desechos plásticos que existen en este futuro cercano. La cinta lo plantea no sólo como una solución al hambre, sino también como el camino para poder deshacer el daño que hemos hecho a nuestro planeta.

Si aún no has visto esta cinta, es una buena opción para reflexionar un poco sobre la vida que llevamos hoy en día y que sin duda, de no corregir nuestro rumbo actual, no sonaría muy descabellado terminar en una situación similar.

Aquí te dejamos el trailer para que te vayas dando una idea de lo que nos espera en unos cuantos años.