Weapons mejor conocida como La hora de la desaparición, está siendo aclamada por la crítica, obteniendo una calificación casi perfecta en Rotten Tomatoes.
A pesar de que las opiniones están divididas, donde algunos comentan “no es lo que esperaba ver”, yo me uno a ese grupo, porque llegué pensando en una película “más” de terror y salí completamente maravillada por este filme, aquí comparto por qué no fue lo que esperaba, sino mucho mejor.
¿Qué es lo que esperamos de un filme?, ¿qué sea bueno?, ¿qué nos mantenga enganchados?, ¿qué tenga una buena historia y ritmo? Más allá de todos los elementos técnicos de la realización cinematográfica, considero que lo que más nos mueve es que nos haga sentir. Y cuando digo sentir, me refiero a cualquier tipo de emoción, porque no siempre una película nos hará sentir cómodos. Ese es el poder del cine: lograr hacernos experimentar toda clase de emociones.
La hora de la desaparición es una mezcla de sensaciones que, al terminar, te cuesta digerir lo que acabas de ver.
El poder del storytelling: una historia bien contada con un guion sólido
La hora de la desaparición parte con la siguiente premisa: 17 niños desaparecen simultáneamente una noche, todos pertenecían a la clase de la profesora Justine, excepto uno. La cinta dirigida por Zach Cregger sin duda es una historia bien contada, la cual te atrapa desde un inicio. Su base es tan sólida que incluso juega con saltos en el tiempo, va contando las historias de los personajes principales uno a uno, hasta construir un desenlace que te mantiene en tensión. Mientras esto sucede, Cregger nos hace sentir desde incertidumbre, incomodidad, perturbación y hasta risa, todo en dos horas y 18 minutos de metraje.

¿Un slasher? No, para nada
Si indagamos en el género de Weapons, encontramos opiniones divididas. Algunos podrían catalogarla como un slasher, pero en realidad es una mezcla de terror psicológico, thriller de misterio y humor negro. Y no me refiero a humor “ligero”, sino esa risa incómoda que te hace cuestionarte, “¿Por qué me estoy riendo de esto”?.
Sus referencias cinematográficas
Seguramente algunas escenas te recordaron algunas películas que son joyitas en el séptimo arte. Esa es la magia de las referencias y Weapons nos deleitó con varias. Me atrevo a decir que Cregger es fan del cine de Kubrick, pues algunas escenas rinden tributo a The Shining, como la escena de la puerta. También hay momentos de humor extraño en medio del terror, muy al estilo de David Lynch. La forma en que las historias que se conectan recuerda a Paul Thomas Anderson. Y no sé si fui la única, pero a mi me recordó al cine icónico de Dario Argento.

En resumen, Weapons nos sorprendió favorablemente: buen guión con una historia bien contada, una mezcla de terror psicológico con humor negro, un filme que te perturba, te hace sentir incómodo pero a la vez te hace reír. Con un buen reparto y una cinematografía destacable, el uso de tomas POV (ponit of view) con intención dramática, steadycam y cámara en mano para sumergirnos en la historia, la película nos deja un buen sabor de boca.
¿Te gustó tanto como a nosotros?
Aquí te compartimos dos películas que recomendamos con garantía de The Breakdown:
- The Substance de Coralie Fargeat, una joya del body horror.

- Suspiria de Darío Agrento (La adaptación a manos de Luca Guadagnino, que sin duda, vale mucho la pena).
